Descubre todo lo que necesitas saber para ir a la cascada de covalagua con peques. Si estás buscando un plan para hacer por peques en medio de la naturaleza, la ruta hasta la Cascada de Covalagua es perfecta para ir con los más pequeños.

Hace poco, mi pequeña y yo nos embarcamos en una pequeña gran aventura que quiero compartir con todas las mamás que, como yo, buscan planes para disfrutar al aire libre con sus hijos. Decidí llevar a mi niña de 18 meses a conocer la Cascada de Covalagua, un rincón precioso en la provincia de Palencia, y fue una experiencia maravillosa.

La Cascada de Covalagua

La Cascada de Covalagua es un lugar encantador que se encuentra en la Montaña Palentina. Había escuchado hablar de ella y me atrajo la idea de pasar un día rodeada de naturaleza con mi hija. La cascada es realmente espectacular, con el agua cayendo en escalones y creando un paisaje que parece sacado de un cuento. Lo mejor de todo es que se trata de una ruta sencilla, ideal para hacer con niños pequeños. ¡No tuve que pensarlo dos veces!

Hay que tener en cuenta que en verano cae poquita agua y en otoño, primavera e invierno mucho más. Nosotras fuimos a mediado de agosto y caía agua, pero no en plan cascada.

Nuestro camino hacia la aventura

Fuimos a la excursión con unos amigos y sus hijos de 2 y 4 años. Al final se nos hizo tarde y después de pararnos a hacer un poco de compra en Mercadona para hacer picnic, fuimos en coche nos llevó hasta el pequeño pueblo de Revilla de Pomar, desde donde seguimos las indicaciones hacia Covalagua. Al llegar, encontramos fácilmente un aparcamiento cerca del inicio de la ruta. Ahí cogimos a los niños y los trastos y nos dirigirnos hacia la cascada o a buscar un sitio para hacer un picnic.

Yo llevaba la mochila de porteo para llevar a Àlex pero al final fue casi todo el camino ella sola andando, algún rato en brazos y muy poco en la mochila.

El paseo hacia la cascada de Covalagua con peques

Desde el aparcamiento, la caminata hasta la cascada es de aproximadamente 1 km. La distancia es perfecta para hacer con niños pequeños, ya que no es demasiado larga y el camino es bastante plano. Me animé a dejar la sillita en el coche y llevar a mi hija en la mochila portabebés, así ambas podíamos disfrutar del paseo con más libertad. Los hijos de mis amigos, uno de ellos fue en mochila y el otro con una bici sin pedales, y se lo pasaron genial.

No recomiendo ir con el cochecito, ya que aunque la primera parte es fácil de hacer, el último tramo hasta la cascada hay que ir por unas piedras y no se hubiera podido pasar, aunque nosotros dejamos trastos y la bici a la entrada de ese camino, y como pasa poca gente, nadie nos tocó nada.

El sendero estaba muy bien señalizado, y me encantó ver cómo el paisaje iba cambiando a medida que avanzábamos. Nos rodeaban árboles altos y frondosos que ofrecían sombra, y había pequeños paneles informativos que me ayudaron a explicar a mi hija (¡en la medida de lo posible!) qué tipo de plantas y animales podríamos encontrar. Aunque sé que todavía es pequeña para entenderlo todo, me gusta pensar que estas experiencias le ayudarán a desarrollar un amor por la naturaleza desde muy temprano.

La verdad es que se lo pasó genial descubriendo mariposas, pajaritas, flores… íbamos con mi hermana que es amante del campo y le fue explicando todo.

El pícnic de camino a la Cascada de Covalagua

Cómo os comentaba antes se nos hizo bastante tarde y llegamos a la hora de comer y con todos los niños con sueño y hambre, ¡planazo! Así que lo primero que hicimos fue buscar un sitio para pararnos a comer, ya que llevábamos agua, tortilla, picos, guacamole, empanada, fruta, bebibles y todo lo necesario para hacer un buen pícnic.

Mi hermana que ya había estado nos dijo que como a mitad camino teníamos una especie de merendero con bastantes mesas, pero antes de llegar hasta allí, bajo un árbol había una mesa con bancos a la sombrita, ¡y no había nadie! Así que decidimos pararnos ahí a comer, a nada 5 o 10 minutos andando con los peques desde dónde salimos con el coche.

Ahí nos paramos a hacer un buen pícnic y de esa manera cogimos fuerzas y ánimo para luego hacer el camino hasta la Cascada. A los tres pequeños les pusimos en el suelo con una toalla y el resto nos sentamos en la mesa de piedra. El rollo fue llevarnos todo lo que sobró y la basura de ruta (junto a los niños) así que realmente os recomiendo llevaros bocata y listo.

El momento especial: Llegar a la Cascada con peques

Cuando llegamos a la cascada, fue como si todo el cansancio se desvaneciera. El sonido del agua cayendo y la frescura del aire creaban un ambiente mágico. Mi hija estaba fascinada con el movimiento del agua y no dejaba de señalar con su dedito, ¡fue un momento muy especial!

Además, luego bajamos hasta la parte de abajo, dónde hay una especie de lago/embalse del agua que cae de la cascada y los peques se pudieron dar un chapuzón. ¡Fue increíble y disfrutaron un montón!

Y después, quiso una segunda ración de teta jaja

Algunos consejos prácticos para hacer rutas con peques

Calzado cómodo

Yo llevé zapatillas deportivas barefoot y fue una buena decisión, ya que aunque el camino es sencillo, había algunas zonas con barro debido a las lluvias recientes.

Ropa por capas

La temperatura en el bosque era más cálida de lo que esperaba, así que las sudaderas que cargué en el camino no fueron muy útiles. Si vas en verano, no olvides un sombrero y protector solar. Aun así, sobre todo para los peques es recomendable echar algo de manga larga por si se echan la siesta o refresca un poco.

Lleva agua y una merienda

Los niños, especialmente los más pequeños, necesitan descansar y reponer energías. Un picnic sencillo hizo que nuestra experiencia fuera aún más agradable, aunque lo que os decía, os recomiendo más un bocata para no ir tan cargados.

Cámara de fotos

No pude resistirme a sacar algunas fotos. Quiero que mi hija, cuando crezca, vea las aventuras que compartimos desde que era muy pequeña. Así que prepara tu cámara o el móvil a tope de batería para recordar el momento más adelante.

Enseña respeto por la naturaleza

A medida que mi hija crezca, quiero enseñarle a cuidar y respetar la naturaleza. Empezamos desde ahora, no dejando basura y observando sin tocar.

Otros lugares que podemos visitar

Después de nuestra visita a la cascada, aún nos quedaba tiempo para explorar un poco más. Cerca de allí está la Cueva de los Franceses, que tiene visitas guiadas para conocer su interior kárstico. Aunque no lo hicimos esta vez, es algo que tengo en mente para cuando mi hija sea un poco mayor. También está el Mirador de Valcabado, que ofrece unas vistas espectaculares del cañón de La Horadada. ¡Otro buen plan para el futuro!

Nuestra experiencia en la Cascada de Covalagua con peques

La visita a la Cascada de Covalagua fue una experiencia maravillosa que siempre recordaré. Fue un día sencillo, pero lleno de momentos especiales con mi hija y mis amigos. A veces, no necesitamos grandes planes ni viajes lejanos para crear recuerdos inolvidables. Un simple paseo en la naturaleza puede ser todo lo que necesitamos para conectar con nuestros hijos y con nosotras mismas. Si eres mamá y buscas un plan para disfrutar con tus pequeños, te animo a visitar la Cascada de Covalagua. ¡No te arrepentirás!