El primer domingo de mayo se celebra el Día de la Madre en España y mañana (o en unas horas) será mi primer día de la madre celebrándolo con un bebé de tres meses y medio.
A principios de año nació mi pequeña Àlex, una bebé pequeñita y preciosa que vino para hacerme ser mejor día tras día. La verdad es que han pasado casi 4 meses, pero a veces siento que fue ayer y otras que llevo toda la vida con ella al lado.
Los últimos dos días de la madre los he vivido soñando poder celebrar el próximo siendo mamá. En 2021 estaba en pleno momento de hacerme pruebas para realizar el primer intento de inseminación artificial y en 2022, el año pasado, lo viví intensamente cruzando los dedos porque al día siguiente me realizaban el cuarto y último intento de IA por la seguridad social.
Y aquí estoy ahora, en 2023, con un bebé durmiendo al otro lado de la cama, mientras yo decido que es un buen día para retomar este blog.
¿Cómo me siento en el primer día de la madre?
Ser madre estos meses ha sido mucho más fácil de lo que pensaba, menos angustioso y viviéndolo plenamente cada día. Nunca pensé que me sería tan fácil adaptarme, que vencería poco a poco todos mis miedos, que la entendería, que nos adaptásemos tan bien la una a la otra, que llevase bien el dormir menos y peor que antes… pero la verdad es que no me puedo quejar, ¡ha sido todo muy fácil! (A veces me veo pidiendo disculpas por ello, porque no todo el mundo lo vive igual que yo)
A ratos no me acabo de creer que esté a punto de celebrar mi primer día de la madre al otro lado, como madre, y a la vez me muero de ganas por seguir pudiéndolo celebrar y que dentro de unos años me felicites este día con un dibujo hecho por ti o con un abrazo agradeciéndome el ser una buena madre para ti, porque te prometo que eso intento e intentaré siempre.
Gracias Àlex por hacerme madre.