Desde el momento en que supe que iba a ser mamá, supe que quería que Àlex creciera rodeada de libros. ¿Por qué? Porque las historias han sido una parte fundamental de mi vida, y quería transmitirle ese amor por la lectura desde bebé.

Ahora, a su año y 8 meses, Àlex ya tiene una colección de libros gigantesca que ocupa hasta parte de la mía. Incluso la abuela, que al principio no entendía por qué «un bebé necesita tantos libros», ahora se escandaliza (en el buen sentido) de la cantidad y la diversidad de títulos que tiene nuestra pequeña. Sobre todo, porque ve cómo su nieta se entretiene con ellos.

Lectura desde bebé como hábito

Desde que nació, hemos hecho de la lectura un ritual diario (bueno, ya me entendéis, casi diario). Intento que, aunque esté muy ocupada o un poco cansada, encontremos un huequito en la rutina para sumergirnos en cuentos y aventuras juntas. Ahora, es ella la que cuando va a jugar, a veces elige libros como su opción preferida.

Y está bien que a veces lo sea, y a veces no. Lo importante es no llegar a los 6 años y empezar en ese momento a intentar que lea forzada, porque la peque no entendería el por qué. Lo cierto es que a mí esta rutina no me cuesta nada, al contrario. Incluso cuando Àlex apenas podía sostener un libro por sí misma, me encantaba acurrucarme con ella y leerle historias. Historias poco complejas y casi todas con animales como protagonistas, claro.

Así, por orden, primero fueron libros de tela para que ella misma pudiese jugar. Después eran libros de cartón grueso con imágenes bonitas y sencillas. Poco a poco hemos pasado a los de solapas y vamos alternando con alguno ya para más mayores. Eso sí, algunos los tengo que sujetar yo… o acaban siendo añicos. Algunas de mis recomendaciones de libros para los más peques las tienes en mi blog, otras, puedes verlas en nuestra cuenta de Instagram.

Lo más divertido es ver cómo ella sola se divierte y lo busca. Cada libro nuevo es una aventura y, a veces, incluso se sorprende leyendo uno que hace tiempo que no ve. Me encanta cuando sus ojitos brillan de emoción porque tenemos un libro nuevo. Esos mismos ojos se le encienden cuando vamos a leer por las noches y ya sabe que eso significa que llega la hora de irse a la cama.

Es cierto que al principio tenía muchas dudas sobre qué libros comprar porque ¡la industria de libros infantiles es enorme! Pero poco a poco me he ido guiando por recomendaciones o libros que he visto que eran lo que buscaba y he de decir que estoy muy contenta con la pequeña biblioteca de Àlex.

No solo se trata de leerle antes de dormir (aunque eso sigue siendo uno de nuestros momentos favoritos del día), sino también de incorporar libros en nuestra rutina diaria, como una opción de ocio más. Los libros están en la sala de estar, en su habitación, en la cocina y, por supuesto, siempre hay uno en su mochila cuando salimos de paseo.

Beneficios de leer con tu bebé

  1. Desarrollo del lenguaje y la comunicación: Leer desde una edad temprana expone al bebé a una amplia variedad de palabras y estructuras gramaticales. Esto ayuda a fortalecer su vocabulario y a familiarizarse con los patrones del lenguaje incluso antes de empezar a hablar. Los bebés que son expuestos a libros desde el nacimiento tienden a tener un mejor desarrollo del habla y una capacidad más amplia para expresarse verbalmente.
  2. Estimulación del cerebro y desarrollo cognitivo: Los libros para bebés suelen estar diseñados con colores, imágenes y texturas diversas que atraen su atención y estimulan sus sentidos. La lectura regular proporciona una estimulación cerebral que ayuda en el desarrollo de conexiones neuronales y habilidades cognitivas como la atención, la memoria y la resolución de problemas. Además, las historias fomentan la imaginación y el pensamiento crítico desde una edad temprana.
  3. Vínculo emocional y afectivo: Leer junto a tu bebé crea un momento especial de conexión emocional y afectiva. La cercanía física durante la lectura, el tono suave de voz y las expresiones faciales positivas contribuyen a fortalecer el vínculo entre el cuidador (ya sea madre, padre u otro familiar) y el bebé. Este tiempo compartido no solo promueve la seguridad emocional del bebé, sino que también fomenta una asociación positiva con los libros y la lectura en general.

Aunque aún no lo sé, y por supuesto seguro que sus hábitos de lectura varían con la edad, creo que esta es una buena manera de hacer que ella misma esté interesada en la lectura y que no lo vea como una obligación. No puedo esperar a explorar nuevos géneros, descubrir nuevos autores y autoras y entrar juntas en aventuras aún más emocionantes.

Si estás pensando en cómo involucrar a tu pequeño en el mundo de la lectura, te animo a empezar cuanto antes. No importa si tu hijo aún está en pañales o ya camina, nunca es demasiado pronto para compartir la magia de los libros. Cada página leída es una oportunidad para aprender algo nuevo, para reíros juntas, para soñar despiertas y para fortalecer el vínculo especial que tienes con tu peque.

Descubre las historias tan interesantes que hay detrás de las páginas de los libros infantiles y disfruta de los mejores ratos con tu peque.