Casi un año después vuelvo por aquí para decir que ¡estoy embarazada! Voy a ser madre soltera por la seguridad social. ¡Por fin! No ha sido un camino fácil y mucho menos rápido, pero aquí vengo a contaros todo.

Sé que he estado muy desaparecida, pero tras el primer intento fallido me sentía muy desanimada para poder escribir por aquí y no quería escribiros desde el pesimismo, por lo que paré de escribir hasta que me he vuelto a sentir preparada, ¡embarazada de 19 semanas! Así que, aquí os cuento un poco un resumen de mi vida hasta el momento y cómo ha sido quedarme embarazada.

Índice

Mi paso a paso hasta quedarme embarazada como madre soltera por la seguridad social

En enero de 2021 decidí que quería ser madre a corto plazo y llamé a mi médico de cabecera para empezar con el proceso. Puedes leer todo el inicio en este artículo de cómo ser madre soltera por la seguridad social, pero voy a resumirte aquí un poco que ha pasado desde entonces.

  • Enero 2021: decido que quiero ser madre soltera y pido cita al médico de cabecera
  • Enero 2021: cita telefónica con mi médico de cabecera
  • Enero 2021: cita telefónica con ginecología
  • Marzo 2021: cita presencial en reproducción asistida (ahora sí que empezamos el proceo)
  • Abril 2021: pruebas médicas: analítica hormonal en el 3º día de regla, revisión vacunas…
  • Junio 2021: cita presencial en reproducción asistida, ¡todo está bien!
  • Julio-agosto 2021: tomo anticonceptivos durante casi dos meses porque se van de VACACIONES y paran todos los tratamientos de reproducción asistida
  • Septiembre 2021: empiezo hormonación
  • Septiembre 2021: 1º intento IAD (Inseminación Artificial con Donante) – Resultado beta: negativo
  • Noviembre 2021: 2º intento IA – Resultado beta: negativo
  • Diciembre – enero 2022: paran tratamiento de reproducción asistida por VACACIONES
  • Febrero 2022: vuelvo a empezar con anticonceptivos
  • Marzo 2022: 3º intento IA – Resultado beta: negativo
  • Mayo 2022: 4º intento IA – Resultado beta: POSITIVO
  • Junio 2022: eco de confirmación: ¡todo está bien!
  • Junio 2022: primera cita matrona
  • Julio 2022: ecografía y revisión 12 semanas
  • Agosto 2022: segunda cita matrona
  • Septiembre 2022: ecografía y revisión 20 semanas
  • Enero 2023: fecha prevista de parto y por fin tendré a mi bebé en brazos

Como puedes ver ha sido un proceso un poco largo, y más largo se hacía aún con todas las esperas. Especialmente las esperas entre inseminación e inseminación (más de 4 meses perdidos por vacaciones) y las beta esperas (el momento entre la inseminación y la beta de confirmación de embarazo). Pero todo llega y en mayo de 2022 me enteré de que estaba embarazada y en enero de 2023 (si todo va bien que seguro que sí) tendré a mi bebé en brazos, ¡dos años después de empezar a mirarlo!

¿En qué intento de Inseminación Artificial con Donante me quedé embarazada?

Cuando empecé en este proceso pensaba que todo era pan comido, un poquito de lista de espera, primera inseminación y embarazada. ¿Por qué no iba a ser así? Era joven, aparentemente sana y lo único que jugaba en mi contra era el sobrepeso, pero estaba dentro de los estándares.

Pero no, tras la primera inseminación, yo sentí que estaba EMBARAZADÍSIMA y tuve todos los síntomas durante la primera semana, eso sí, durante la segunda ya mis ánimos se vinieron abajo y sentí que no había ido bien. Y así fue.

En el segundo intento no daba un duro por quedarme embarazada porque no era mi momento para nada, ya que tuve que afrontar una decisión personal un poco difícil, y, efectivamente, no me quedé embarazada.

En el tercer intento de inseminación artificial estaba enamoradísima, un amor de esos de invierno que entran y te trastocan tu vida, y no tuve más remedio que vivir momentos de incertidumbre porque no esperaba encontrar a nadie en ese sentido en ese momento. Pues no sé si fue el estrés o los nervios o que no tenía que ser, pero tampoco me quedé embarazada.

Y llegó la cuarta inseminación, que tras las tres últimas experiencias no quería ni que llegase, prefería ir directamente a FIV, pero no me dejaron. Estaba más tranquila, pero con poca fe de que fuese a funcionar, ¿si los 3 intentos habían ido mal, por qué este iba a ir bien? Pero la realidad es que la esperanza nunca se pierde y en mi interior sentía que esta sí era la buena, aunque tenía mucho más miedo que en el resto porque sino significaría esperar un año más para volver a intentarlo… Fue un proceso que viví 100% diferente (luego os cuento) y que en la segunda semana sentí que había ido bien y… ¡embarazada!

¿Quién me acompaño el día de la inseminación?

La verdad es que siempre quise ir sola, pero al final sentía presión para que la gente me acompañase. Pero en los 4 intentos nunca me acompañó la misma persona.

  • La primera vez me quiso acompañar mi madre y no sé quién de las dos estaba más nerviosa. Bien es cierto que fue la más emocionante porque nos permitieron gracias a un ecógrafo ver cómo sucedía todo por dentro.
  • La segunda vez me acompañó una amiga que ya había pasado por lo mismo y la verdad es que iba mucho más tranquila y me ayudó a tomármelo con calma.
  • La tercera vez me acompañó la persona que estaba conociendo y… ¡Estaba histérico! Podéis imaginaros que tampoco es algo habitual jaja
  • La cuarta y acertada vez decidí ir sola, era lo que quería y así lo hice. ¡Y fue bien! Es verdad que en la sala de espera estuve acompañada por una amiga y su mujer que estaban en el mismo proceso.

¿Cómo fueron los tres primeros intentos de inseminación artificial con donante?

Desde que empecé a hacer movimientos para empezar con el proceso hasta que llegó la primera inseminación, pasaron 9 meses por los que, poco a poco, fui contándole a la gente mis planes de futuro. Fue bonito, emocionante y me pude sentir muy acompañada, pero también es verdad que sentí mucha presión y a veces insistencia por los demás.

Tras la primera inseminación vinieron a verme un montón de amigas y me sentía muy feliz de estar así de acompañada y sentir que estaban de mi lado, pero a la vez, ahora analizado con perspectiva, sentí mucha presión y agobio de que todo fuese bien.

La beta espera fue dura, ya que había insistencia por si tenía síntomas de embarazo, para ver qué sentía en ese momento, si me había hecho test de embarazos y obviamente por el resultado.

Además, en los 3 intentos me hice test de embarazos, todos negativos, lo que hacía que para el día de la beta ya fuese preparada para lo peor.

Es bonito y guay si todo va bien, pero pasar por eso 3 veces seguidas es complicado. Así que poco a poco fui dejando de explicar «en vivo y en directo» en qué momento del proceso estaba.

¿Cómo fue el 4º intento de IAD?

Tras tres experiencias negativas estaba un poco desanimada y este intento quise tomármelo diferente. Solo sabían de qué estaba en ello tres personas:

  • Mi gran amiga Claudia que estaba en ese momento embarazadísima
  • Mi gran amiga Sandra que estaba en el mismo proceso que yo como madre lesbiana en el mismo hospital
  • Mi hermana Cris que se enteró un par de días antes

Como solo lo sabían estas 3 personas y eran conscientes de que no quería presión, la verdad es que me sentí mucho más relajada y lo pude vivir de una manera totalmente diferente. No sentí agobios ni insistencia y fue muy diferente.

Fueron 14 días de espera, igual que en el resto de procesos, pero los viví con calma y con un optimismo pausado. Los últimos días fueron emocionantes porque de repente un día sin darme cuenta sentí que estaba hablando a mi barriga diciéndole «Alex» y al día siguiente hablando con Claudia me contó que había soñado, que me quedaba embarazada y le llamaba Alex. Le conté lo que me había pasado y no pude evitar emocionarme y sentir que era una señal.

Llego el día de la beta y me sacaron sangre, ¡a la segunda y desde la mano! Después de un año de visitas e intentos ya conocía a todo el personal de reproducción asistida del hospital y había muy bien rollo, así que bromeamos de que, ya que me había hecho sufrir, esperaba una buena noticia.

Y así fue, unas largas horas más tarde me llamó y me empezó a contarme un rollo que no entendía qué me decía, porque estaba preparada solo para escuchar embarazada o no embarazada. Pues el enfermero empezó a decirme que a veces las cosas no salían a la primera, pero que cuando las hacía las hacían bien, bla bla bla… y me dice, ¡estás embarazada! No me lo acababa de creer y se me caían las lágrimas.

Tras eso escribí a mi hermana y llamé a mis dos amigas para contárselo y puede vivir mis primeros momentos de saber que estaba embarazada con mucha ilusión.

Pero bueno, como autónoma que soy me tocaba seguir trabajando y eso hice, seguir mi día normal currando, aguantando la emoción y las ganas de gritarlo al mundo entero.

Por la noche se lo conté a mis padres con una chapa de ¡Voy a ser abuelo! y ¡Voy a ser abuela!, y al día siguiente a mi hermano con la chapa de ¡Vas a ser el mejor tío!

Al resto de amigos y familia fui contándoselo poco a poco, y empecé a contarlo más abiertamente a mi abuela, tíos y resto de familia a partir de la semana 10 de embarazo que coincidía con mi cumple.

¿Y luego qué?

Pues empecé con las ecografías, revisiones y a volverme adicta a comprar cosas de bebé. Pero todo eso os lo iré contando poco a poco y pausadamente.

Bueno, gracias por leer hasta aquí y cualquier cosa puedes preguntarme por aquí y estaré encantada de hablarte sobre mi experiencia. También puedes ver mi evolución en Instagram. 

¡Hasta pronto!